lunes, 14 de febrero de 2011

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miércoles, 2 de febrero de 2011

MI HOMENAJE A LA POETISA ÁNGELES GARCÍA-MADRID.




A ÁNGELES GARCÍA-MADRID la conocí hace un tiempo al serme presentada por su hermana Carmen, y desde el primer día hubo una simpatía mutua, simpatía que se convirtió en admiración cuando supe de su obra literaria. Me identifique totalmente con los temas que trata y sobre todo porque sabe escribir y emocionar; cosa, ésta última, difícil de conseguir. Leí con interés su obra "RÉQUIEM POR LA LIBERTAD" (libro autobiográfico y testimonial), y por igual el titulado "DE LA MEMORIA ...Y OTRAS COSAS", del que me dedicó un ejemplar que conservo con aprecio.
Desde la muerte de su hermana no hemos vuelto a vernos, pero guardo de ella un grato recuerdo, y por ello quiera dejar en mi blog huella de su extraordinaria forma de expresarse, transcribiendo a continuación dos de sus poesías.


HOY QUIERO HABLAR CON DIOS

Hoy quiero hablarte, Dios: hablar contigo;
aunque a veces me turbe tu existencia;
mas, si no Tú, ¿quién puede comprenderme
con palabra secreta?...

Te quiero hablar: decir de aquellos días
tan plenos de candores y quimeras;
de proyectos de vida ..., de utopías
que sin duda, recuerdas.

Comienzos de un vivir..., adolescencia...
Cuando la mente tan intacta era
que ignoraba de vidas troceadas,
colores o fronteras.

Sólo el pecho propicio y anhelante
de respirar el aire sin barreras.

Pero aquel cielo azul se hizo celaje
y volvió negritud mi primavera...
¡Me robaron el aire..., y Tú no estabas!
Sin duda lo recuerdas.

Rompe el silencio, Dios: rompe el silencio
y borra de mi mente este tiniebla.

Necesito saber de tu razón:
que tu razón fulgure en mi cabeza
porque yo ..., sin ayuda -sin tu ayuda-
no voy a ser capaz de comprenderla.


EN LA NOCHE

En la noche, tan compacta de auspicios,
-propicio Edén de picaros y gatos-
los marginados tienen largos ratos
para gozarse con los desperdicios.

Hunden sus manos en los intersticios
de grandes cubos con los polos chatos:
sus pies cabalgan en viejos zapatos
que liberan los dedos por sus quicios.

También gentes de manos primorosas
y calzado de impoluta tersura,
camina entre las sombras sinuosas.

Estos lucen empaque, donosura;
aunque ésas, sus pisadas cuidadosas,
vayan en busca de peor basura.