miércoles, 19 de enero de 2011

Homenaje a MARÍA DE GRACIA DONOSO MORAN, autora de la "Salve a la Virgen de la Piedad".






Este escrito lo publiqué a primeros de Agosto del 2010 en un periódico local de Almendralejo (Badajoz)





El día 13 del pasado mes de Julio y en Chipiona (Cádiz), falleció María de Gracia Donoso Morán.

Para familiares y amigos, su nombre va ligado a nuestras vidas, pero otros muchos no sabrán de quién les hablo.

María de Gracia nació en Almendralejo, y si bien el lugar de nacimiento no se elige, de haber podido hacerlo, sin duda hubiera decidido ser de aquí. Sentía verdadera querencia por su pueblo al que dedicó muchas de sus composiciones, y presumía de almendralejense allá donde fuera, actitud que fue reconocida, otorgándosele por parte del Ayuntamiento, el título honorífico de Cónsul de Almendralejo.

Como persona era amable, sencilla y muy cercana, pero lo que quiero resaltar es que hemos perdido a una gran artista, lo mismo en el ámbito musical que en el literario. La escritura era un hobby, una distracción, que ponía de manifiesto su sensibilidad, pero la música era su vida, el piano un apéndice, una prolongación de sí misma, y no puedo imaginarla de otra manera que no sea sentada ante el teclado.

María de Gracia dedicó muchos años al estudio de la música, sacando adelante una carrera nada fácil, por lo que no era una simple aficionada, si no que tenía el respaldo de una sólida formación académica. Ella siempre quiso que los demás fueran partícipes de sus conocimientos, por lo que en compañía de otro músico, lamento no recordar su nombre para poderlo citar, regentaron una escuela a la que llamaron "GUSTAV MAHLER", donde impartían clases de distintas disciplinas musicales y también editaban una pequeña revisa, donde alguna vez tuve el honor de colaborar. Si con suerte algunos de sus alumnos leyeran estas líneas, seguro tendrán un recuerdo cariñoso para la que fuera su profesora.

No puedo pasar por alto su amor hacía la expresión popular, hacía lo auténtico, a las canciones propias del sur que manifiestan nuestro sentir, de ahí que más de uno pueda asociarle con las actuaciones de Fernando Grajero, en las que ella ejercía como pianista, obteniendo ambos grandes éxitos.

Posteriormente a lo comentado marchó a Andalucía, concretamente a Sevilla, donde siguió con su labor educativa a un nivel acorde con su mucha preparación pedagógica, siendo muy valorada tanto por sus compañeros profesores como por sus alumnos, que supieron apreciar su capacidad profesional y su calidad humana.

María de Gracia compuso varias piezas que fueron debidamente registradas en la Sociedad General de Autores Españoles, no habiendo alcanzado la notoriedad que merecían, al no contar con los medios necesarios para la promoción de este tipo de obras, por lo que son injustamente desconocidas por el gran público.

Siento, conociéndola tan íntimamente como la conocía, me refiero a sus inclinaciones intelectuales, que una cruel enfermedad la hiciera sumergirse en un limbo donde carecen de sentido la armonía de una nota y la belleza de un verso, terminando así con su carrera y con su vida.

Pese a la pérdida paulatina del conocimiento de su propia identidad, había momentos que se adentraba en los repliegues de su frágil memoria, extrayendo pequeños fragmentos de poesías que iba recitando como en susurros, efluvios de un espíritu esquisto y sensible como el suyo, espíritu que a través de sus genes han heredado sus descendientes que tienen sus mismas inquietudes artísticas, muestra palpable de ello es su hija la cantante Gracia Monge, quién ha actuado varias veces en nuestra localidad, contando siempre con el aprecio y aplauso de sus paisanos.

Quiero terminar diciendo, que si en la mañana del 15 de Agosto, en el transcurso de la misa que se celebra en el atrio, y como viene siendo habitual desde hace muchos años, es interpretada la "Salve a la Virgen de la Piedad", que nadie piense que no tiene autor, que es algo que pertenece al acervo popular, porque no es así, su autora, tanto de la letra como de la música, es MARIA DE GRACIA DONOSO MORÁN.

Por favor, cuando sus notas se vayan esparciendo por los Jardines de la Piedad, bien desde la creencia o simplemente desde el sentimiento, pidamos para su creadora lo mejor, cualquiera que se el lugar donde se encuentre.

ASUNCIÓN DIAZ DIAZ


UNA NIÑA