miércoles, 29 de diciembre de 2010

UN RECUERDO A MI TÍO MANOLO, EN EL "DÍA DE LA ZAMBOMBA".





La prensa se hace eco de que en Andalucía y en otros puntos de España, las zambombas es una fiesta actualmente en auge igual que lo fuera antaño, ya que la costumbre viene del siglo XVIII, cuando los vecinos se reunían junto a una hoguera para celebrar la Navidad, cantando villancicos acompañados de la zambomba y otros instrumentos de fabricación casera.

Esta noticia me traslada a mi infancia, concretamente a la casa de mis abuelos Juan e Isabel, donde tras una copiosa cena, mi tío Manolo se situaba en el centro del comedor rodeado de todos los niños de la familia, cada uno provisto de su correspondiente zambomba, los mayores con botellas de anís para rascar su superficie con una cuchara y él, mi tío, que previamente a un trozo de madera le había hecho dientes a modo de sierra, la pasaba una y otra vez por el filo de un bidón metálico vacío.

Las zambombas, las botellas, el bidón y las canciones, producían un ruido que se oía en todas las calle próximas, por lo que a los pocos minutos, la casa se inundaba de gente y la fiesta era total.

Solo mi tío Manolo, con su carácter extrovertido y acogedor, era capaz de suscitar una manifestación de alegría de tales dimensiones, en unos años en que las cosas no eran fáciles.

Nunca olvidaré esas Navidades y tampoco a mi tío Manolo, que con tan pocos medios hacía feliz a tantas personas.

ASUNCIÓN.

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