domingo, 15 de agosto de 2010

"LA ROJA" Y LA PARADOJA.

Este verano, como todos los veranos, vivo a la limón entre Madrid y Extremadura, y en los medios de comunicación territoriales, ha saltado la noticia de que el día 11 de Agosto en Medellín (Badajoz), lugar de nacimiento de Hernán Cortés, mientras se celebraba el partido México-España. su estatua fue rociada de pintura roja,y no precisamente por identificarse con el color de nuestra selección.

Como es sabido, este partido, entre otros muchos eventos, se organizó para conmemorar el Bicentenario de la Independencia de México, y ésto leído de forma automática sin analizar su significado, a la mayoría de la gente no le provoca ninguna reflexión, pero si nos detenemos un poquito, nosotros aunque sea en forma de fútbol, estábamos participando del regocijo de la efemérides y de ahí la paradoja. porque no se festejaba otra cosa que el haberse liberado de la dominación española.

En 1810 cansados de siglos de explotación y bajo el movimiento El Grito de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla ("el cura Hidalgo"), se alzó en armas al mando de un ejercito de indios, iniciándose así el primer síntoma independentista.

Todos los pueblos del mundo, también el español, guardan en su memoria colectiva los agravios sufridos por quienes han sido o han pretendido ser sus invasores, y los mexicano no pueden ser una excepción. Su fobia hacia los virreyes por su despótica actuación y todo lo que representaban, se ha transmitido de generación en generación y aún hoy se conservan expresiones alusivas a la Corona que así lo manifiestan, por eso en lugar de decir que querían achatar las puntas de la estrella que los chicos de "La Roja" estrenaban en su camiseta, utilizaron el término "abollarles la corona".

Volviendo a la noticia que ha dado pie a este escrito, el alcalde de Medellín (el Medellín extremeño), dice que junto a la estatua manchada de rojo, simbolizando sangre, los vándalos según él, han dejado unos panfletos referidos a que el Conquistador aparece pisando la cabeza de un indio. Las autoridades competentes (Guardia Civil), están intentando localizar a los autores, que igual pueden ser nacidos en la localidad y con ganas de polémica, o algunos de los miles de emigrantes que pueblan Extremadura, muchos de ellos de lengua hispana.

Citado alcalde, con su mejor ánimo de quitar hierro al tema y justificar algo en lo que él no tiene ninguna responsabilidad, ya que la estatua le precede, alega que su paisano Hernán Cortés no pisa la cabeza de un indio, si no la de un ídolo azteca. Cierto es que de ser así hay una pequeña diferencia, pero en ese caso representaría el estar pisando y aplastando toda creencia que no fuera la acordada entre el poder civil y religioso, consistente en inculcar en los indígenas un temor al más allá, sabiamente administrado por la Iglesia, lo que les hacía aceptar sin la menor queja vivir explotados.Tan duras e infrahumanas eran estas condiciones, que tras años, más bien siglos, y no pudiendo soportarlo más, incluso algunos sacerdotes se rebelaron contra el sistema, como es al caso de Hidalgo, párroco de Dolores (Guanajuato).

Lo anterior es solo PENSAR POR PENSAR, y regresando a la cabecera de este escrito, "LA ROJA" Y LA PARADOJA, no ha estado mal el empate, por aquello de no haber vencedores ni vencidos.




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